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Ruta de las Villas

El entorno urbano de nuestro municipio tiene su personalidad definida por una serie de edificios de interés cultural promovidos por la nobleza cortesana y alta burguesía a lo largo de varios siglos y al amparo del castillo y su entorno natural, transformando su primitiva fisonomía rural en zona residencial de la aristocracia.

Les proponemos un recorrido por el centro histórico de la Villa, alrededor de algunos de los edificios que ofrecen especial interés cultural; una ruta circular que comienza y termina en la Plaza de la Constitución y que a través de imágenes y anécdotas rememora tiempos pasados.

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Residencia Hermanas de la Caridad

 Imagen Residencia Hermanas de la Caridad

Esta villa, construida a finales del siglo XIX, pertenece a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl desde 1920.

De uso residencial y educativo, muestra un edificio rectangular que se retranquea dejando un pequeño jardín cerrado a la calle con portalón y una valla con rejería que permite ver desde la calle tanto el edificio como su jardín.

Podemos apreciar dos edificios unidos, pero muy diferentes en su época de construcción. El edificio principal, y más antiguo, tiene un estilo constructivo en ladrillo de influencia neomudéjar, con una importante ornamentación en fachada (tracerías, jambas, dinteles e impostas).  El otro edificio adosado es de construcción más reciente y utiliza también ladrillo y piedra como materiales constructivos.

A la entrada, encontramos un pequeño jardín y un mural en cerámica de Talavera colocado a finales del siglo XX en su fachada lateral, que recuerda un hecho de San Vicente de Paúl, fundador de la Orden. En la zona central, hay una escultura de la Virgen Milagrosa, Virgen que preside todas las casas de las Hijas de la Caridad. En su interior, además de las dependencias residenciales, se encuentra una sencilla capilla y un cuidado patio interior ajardinado.   

Desde sus inicios, la Hermandad tiene una labor educadora, que nace con su fundadora Santa Luisa de Mariá en el siglo XVII, cuando empiezan las escuelas en 1633. 

La congregación realizó labores docentes y de caridad en Villaviciosa de Odón desde 1920, centrándose en la educación de niños y niñas de Educación Infantil y en la promoción de las mujeres en la cultura. En 1951, debido al aumento de alumnos, se amplía dicho pabellón y, en 1969, se construye un segundo piso por el mismo motivo.

Durante la Guerra Civil Española, una media de cincuenta heridos diarios, que llegaban de la batalla de Brunete, fueron asistidos en Villaviciosa de Odón, usándose este edificio como hospital militar. Después de la guerra, las hermanas  fueron agentes de la reconciliación, ayudando a las familias que tenían a su padre en la cárcel debido a su militancia, ofreciendo consuelo y ayuda, y concediendo el perdón a todos los que las agravaron durante el conflicto.

A partir de 1980, se finaliza la labor educativa y se convierte en residencia de Tercera Edad para las hermanas, función que continúa en la actualidad.

La Orden fue galardonada con el premio Príncipe de Asturias de la Concordia en el año 2005 por su labor caritativa y educativa.

 

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